El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, que a inicios de marzo dio a conocer el hallazgo de un campo de extermino en un rancho presuntamente del narcotráfico, rechazó este martes la versión de la Fiscalía General de la República (FGR) de México, cuyo titular, Alejandro Gertz Manero, aseguró que no existían evidencias de que el sitio fuera un crematorio.
Gertz Manero confirmó este martes que el Rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, oeste del país, sí era “un campo de adiestramiento del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG)”, pero aseguró que “no hay evidencias” de que el lugar fuera utilizado como un crematorio.
“Queremos informar al público que en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses existen pruebas contundentes que respaldan nuestra lucha. Hay 17 lotes de restos humanos óseos calcinados, recuperados del Rancho Izaguirre que son pruebas suficientes de que estamos hablando de seres humanos, no solo de una vasija como afirma el fiscal (Gertz)”, indicó el colectivo en un comunicado.

Además, señalaron que en el Instituto Forense “estos lotes de restos óseos humanos están en el sistema SIAVA, separados por fragmentos como cráneo, fémur, cadera, falanges, piezas dentales y otros restos”.
“Estos lotes son pruebas irrefutables de la existencia de restos humanos calcinados y contradicen la versión del Fiscal General”, expresó el colectivo.
En su conferencia, Gertz Manero dijo que la FGR tenía “ya totalmente probado que ese era un centro de reclutamiento, adiestramiento y operación del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG)”.
No obstante, Gertz indicó que “no hay evidencias” de que se utilizara como crematorio, en su comparecencia mes y medio después de su hallazgo por un colectivo de familiares de desaparecidos del estado de Jalisco.
“No hay una sola prueba que acredite ese dicho (que era un crematorio)”, enfatizó el fiscal.

Gertz afirmó que debido a las dudas que existían sobre que si el rancho podría haber funcionado como lugar de cremación de cuerpos, se enviaron a un laboratorio tierra, piedras y materiales de construcción a las que se les hicieron análisis periciales en donde “no encontraron niveles de calentamiento arriba de 200 grados”.
Del mismo modo, señaló que hasta ahora, a excepción de un cadáver que se encontró el día en que entró la Guardia Nacional al rancho, no se han encontrado más cadáveres, huesos u osamentas completas o parciales.
El pasado 8 de marzo el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco denunció un supuesto “campo de exterminio” del narcotráfico tras hallar 400 pares de zapatos, aunque el Gobierno mexicano lo ha identificado como un “campo de adiestramiento” de ese cartel del narcotráfico.

Gertz señaló que hay una línea de investigación que busca determinar la existencia de otros posibles “narcorranchos” y su relación con el encontrado en Jalisco.
El fiscal señaló también que analizarán las prendas encontradas en el Rancho Izaguirre a través de pruebas genéticas, de sangre, para poder determinar si esos objetos pertenecen a personas reportadas como desaparecidas.
El caso del rancho en Teuchitlán ha elevado la presión para que la presidenta, Claudia Sheinbaum, atienda la crisis de desapariciones en México, donde hay más de 120.000 personas no localizadas desde que hay registro en la década de 1960.