El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, dijo que “no es creíble” que las autoridades locales y estatales no tuvieran conocimiento de las fosas y crematorios hallados en el estado de jalisco por un grupo de familias buscadoras de desaparecidos y advirtió que se busca atraer el caso a la Fiscalía General de la República.
“No es creíble que una situación de esa naturaleza no haya sido conocida por las autoridades locales de ese municipio del estado”, dijo el funcionario durante la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Y es que el pasado domingo un colectivo de búsqueda de desaparecidos halló tres crematorios clandestinos, además de restos de huesos humanos calcinados y triturados, más de 200 pares de zapatos y cientos de prendas de vestir en un predio en el municipio de Teuchitlán, atribuido a uno de los carteles del narcotráfico.
Gertz Manero aseguró que el hallazgo es “un tema muy crítico” que demuestra que “los graves problemas de la delincuencia organizada no nacen de la nada. Nacen y crecen de os problemas locales”.
Argumentó que según cifras del Instituto Nacional de Estadística y geografía el 95 por ciento de los delitos son del fuero común y el resto del fuero federal.
“Por esa razón, antes de determinar si la Fiscalía General de la República puede o no atraer ese asunto, lo que nosotros vamos a hacer es establecer toda una investigación sobre la historia de este caso”, dijo.
“Era un tema que era francamente conocido y entonces nosotros tenemos que dar un informe muy preciso de cuáles son los antecedentes, quiénes son los que estaban protegiendo esa área, quienes son los propietarios y los usuarios de esos inmuebles”.
“No podemos permitir que una situación de esa naturaleza quede en algún tipo de confusión. Por su puesto que tenemos que llegar al fondo de ver por qué estaban todas esas prendas ahí”, señaló.
Además se debe investigar si el sitio realmente funcionaba como un crematorio, si tiene las características y reiteró que la fiscalía no atraerá el caso hasta no tener la certeza de las responsabilidades de la autoridades locales.